26 agosto 2007

y se acuesta contando hasta cien,
aunque cuando llega al primer diez
vuelve a recordar quién es.

se le van los cálculos,
los números se convierten
en palabras, en besos
ayer regalados.

se había propuesto como cada noche
no sentir de más.
pero, como cada noche
no lo pudo evitar.

era olvidar,
acostarse,
cerrar los ojos
y sólo contar.

antes que las dulces caricias de ayer
se vuelvan ecos de lágrimas de hoy
vuelve al uno, proponiéndose dormir
antes de llegar al cien.

se concentra, se concentra,
uno, dos..


cuarenta…

cincuenta y tres, y se vuelve a perder.
se desconcentra, vuelve a saber quién es.
se pierde en ese tres, en algún mes.

se pierde, y no para de dar vueltas.
se pierde sabiendo que tiene que volver
a concentrarse, tiene que volver a contar,
antes que el cuerpo que ayer acariciaba
se convierta en la frágil sombra vacía
que hoy duerme junto a su almohada.

vuelve a empezar, contando hasta cien.
vuelve a empezar diez veces más,
doscientas lágrimas más…

por fin,
se durmió sin saber si llegó al número cien,
se durmió sabiendo que mañana lo tiene
que volver a hacer..



y se acuesta contando hasta cien…

2 comentarios:

florence dijo...

hola norman, vengo a decirte que me gustó.

Anónimo dijo...

• Dame... dame tu vida
dame y tendrás mi piedad
dame la sed de tus ojos acorazados
y dame tu insolencia también..•

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