es simple
es fácil
bajarse la mascara
centrarla
acomodarla
y saludar.
dar la mano
dos pasos y medio hacia adelante
dar un beso
un abrazo,
frío
volver un paso y medio hacia atrás
sí, todo está bien
esbozar una sonrisa
dando el paso que faltaba para volver al mismo lugar
hablar
inventar.
Hablar
sabiendo que
hay que inventar
con la mente clara
o la mente llena de mierda inventada
hablar
contar
explicar
tu día
tus horas.
callar
escuchar
no prestar atención
aunque se mienta uno
lamentándose que el escuchar palabras es lo que más se quiere en ese momento.
mentirse uno lamentándose con el otro
y caminar, y sentir, y pensar y no hablar.
inventar otro idioma
uno que tu alma no conoce
y ser el cuerpo
que no conocés
que generalmente no se impulsa con el exterior
pero ahí sí, se mueve, baila,
a causa de esa gran mentira mental
qué poder!
pensar, tener ganas
salir corriendo
de sentarse,
de caer ahí,
de rodillas
y llorar
y llorar
y gemir
y gritar
y callar
y hablar
y no hablar
y no inventar más
y ser
y ser .
y ser uno.
Ese, que siente ahora
y siempre,
en esos momentos en que se sabe que se está mintiendo
fingiendo
es tan fácil,
sí no, mira a tu alrededor
cada uno
inventando su propia vida
acomodando los adjetivos donde más bonitos les quede
poniéndose el color más llamativo
y trabajando
y viviendo
y diciendo
es así hermano, tenés que moverte,
vivir.
Tenés qué.
Los ves
estructurados en su desestructura
fingiendo
creyendo que están viviendo.
Pero dejás de compararte
cuando ves que vos no podés
creer que estás viviendo
cuando ves que no estás creyéndote nada
cuando ves que no podés fingir más allá
de unas simples horas
lejos de tu almohada.
Y cuál es el coraje que te falta!
para ser un ente más,
moviéndose
siendo útil
y no estando ahí
inmóvil
durante años
como lo estabas
como lo estás.
Ser un ente que camina
ser
mucho mejor que un ente vegetal
inmóvil, vencido
acostumbrado a no querer acostumbrarse.
Porque la costumbre del otro
Es la de fingir que se vive y caminar
y seguir caminando
y seguir avanzando
buscando su destino.
Vos
lo esperás
porque realmente no tenés un miligramo
de fuerza,
de ganas,
de ganas
de ganas de levantarte
de salir a buscarlo
a encontrarlo.
Porque no hay razones
que te expliquen que vos
podés encontrarlo
Si no hay nada propio
que te haga dejar de mentir
de hablar,
de no caminar
de no correr
de no vivir
no hay nada propio
que te haga sentir
ajeno
ese vacío
que tenés
que escupís cada vez
que escupís, y nunca se acaba.
Nunca.
Como las palabras
que inventás
porque las marcas del alma
no se ven,
nadie las quiere ver.
Pero
mira viejo
yo esto acá
no, no estás.
No te siento.
No te escucho.
No me siento comodo.
Dejame abrazarte y no te vayas.
Sin miedo a parecerte pesado
Sin miedo.
Aburrirte, aburrirnos
No aburrirnos más.
Tu hogar.
Mi hogar.
Nuestro hogar.
Multiplicado.
O sin copia alguna.
realmente
crear un estuche gigante
para dos almas
para las que sean
y puedan entenderse
realmente
sin mentiras
sin prejuicios
sin asqueos
entenderse
sin consejos
juntos
sin pensamientos desencontrados
sin sentirse ajenos
sacarse la mascara
y poder dejarla a un lado
no para siempre,
porque la utopía
es eso,
utopía.
Imposibilidad
no para siempre,
sí para un rato largo
hasta que se canse de ser uno
hasta que se canse la cara
de tanto aire fresco
de tanta verdad
y el alma
no se pueda desvestir más
y necesite cubrirse
para reinventarse
para no congelarse del todo
para volver a saludarse
con la mano
darse un beso
sí,
todo está bien.
25 septiembre 2008
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2 comentarios:
qué lindo.
mesuperhipergustó
así con la voz en off como te dije.
iupiiiiiiiiii
extraño hablar con vos.
aunque muchas veces me causaras dolores de cabeza.
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