21 noviembre 2007

Cer Dos, 5 minutos

[ en un 152, en donde al llegar al punto final sólo quedaba una sonrisa en la cara, una paz y una incertidumbre, una mezcla de sensaciones raras, de querer sentarse en el piso, de querer llorar mucho y seguir sonriendo, de querer explicaciones, razones, de gritar, de salir corriendo, de desplomarse demostrandole al mundo lo débil que me siento, de levantar la cabeza y decir todavia sigo acá .. simplemente cerré el libro y sonreí]

Estaban los dos
en la habitación sucia
con quince botellas de diferentes cosas
tiradas por el suelo
sobre la alfombra podrida
por el agua de la última lluvia
y entonces ella le dijo
bueno
lo hacemos o no
como si el miedo a la certeza
fuera menor que el de la incertidumbre
y él miró unas fotos que tenía arriba de un pedazo de madera
que hacía las veces de mesita de luz
y miró la botella de jota bé
casi vacía
y pensó
carajo
la compré el miércoles
y ella le levantó la cabeza
y le dijo
por favor coco
te necesito acá sabés

más vale
hacélo

le dijo él
ella se sacó la ropa
despacio
y él
que tenía puesta la camiseta de la suerte
se acordó de los días en colonia
y de las 16 veces que cogieron
en tres noches
y de cómo se miraron
y se enredaron las piernas
y se rieron de todo
y creyeron
que eran inmortales
o jóvenes para siempre

ella se sacó la bombacha
y la puso arriba del pantalón de él
y él la agarró y la olió
porque quería sentir el olor de la sangre que no llegaba
y no
claro que no
no había sangre ahí
querés que apague la luz
dijo él
murmurando
no
dijo ella
tengo que embocar en la cuneta
ah sí
dijo él
y unos segundos después
dijo
claro
ella meó detrás de la puerta de la pieza que estaba en la terraza
y llenó el táper chiquito con el meo que tenía
retenido
hacía más de tres horas
después puso una tinta
es un reactivo dijo
y entró
y se sentó al lado de él
y empezó a temblar
hay que esperar cinco minutos
dijo con la voz quebrada
cinco minutos
dijo él
cinco minutos
repitió ella
y los temblores se hicieron más fuertes
y las agujas del reloj metálico de él
sonaban desesperadas
y rápidas
y había demasiador uido
en el silencio de la habitación
miró el reloj
ella
él no sabía qué hacer
si tocarla o no
o abrazarla ahora o después
o decir algo gracioso
no hizo nada
volvió a mirarlo
él notó la sensación fría de las primeras gotas de sudor en la frente
y se limpió la camiseta
miró otra vez
falta
le gritó él
no pasaron cinco minutos
ella lloriqueaba
no me hables así
por favor
le dijo
la siguiente vez
sí habían pasado los minutos necesarios
ella le señaló su reloj de muñeca
voy yo
preguntó él
los dos
dijo ella
caminaron tres pasos juntos
pero ella se agachó y él no vio nada
hasta tres segundos después
estoy embarazada

dijo temblando
y empezó a decir que estaba embarazada
y lo repetía y se movía en la habitación muy rápido
y puteaba fuerte
entonces él
cerró la puerta para que no se oyera nada
y apoyó la espalda en el póster de marilyn monroe
me muero
gritaba
y repetía que estaba embarazada
otra vez
y que la puta madre que me parió
y la concha de mi madre
y lloraba y temblaba
cuando él la quiso agarrar ella se zafó
y le dijo
dejáme
dejáme un poco
y estuvo así unos minutos más
seguramente cinco
hasta que se tiró en la cama
y le dijo
vení
se sentaron los dos
y ella lo miró
y le dijo
qué querés hacer
cómo qué querés hacer
dijo él
no lo vamos a tener
dudó ella
claro que no
dijo él
y después habló ella
y le explicó cómo iban a ser las cosas
y dónde tenían que ir
y que salía tanto si estaba de un mes
y más si era más y menos si era menos
y ella calculaba
más o menos un mes
o menos
sí dijo
puede que sea menos
había que comprar dos medicamentos
y las agujas y las cosas para la operación
y el lugar es en el culo del mundo
y esta vez no se lo iba a decir a la madre
porque era la tercera
y la madre se iba a morir
así que nno
de ninguna manera
eso sí
le dijo
necesito que estés conmigo

dijo él
claro
yo estoy
y te necesito fresco
fresco
dijo él

no me gustaría que estuvieras en pedo todos los días
está bien
dijo él
más vale
ella le pidió que dijera algo
que le preguntara lo que quisiera
pero que no se quedara callado
pero él no dijo nada
la tumbó para que se acostara
y la tapó con la sábana
y una frazada porque dijo que tenía frío
ella se durmió
y él no podía estar acostado
así que fue hasta la basura
y sacó la tirita con dos líneas
la miró
y buscó la caja
leyó todo lo que estaba escrito
y guardó la tirita en un cajón
volvió a tirar la caja
cerró la basura
agarró la botella
prendió un cigarrillo
lo fumó tirando el humo por la ventana abierta
y terminó lo que quedaba de whisky
tiró el cigarrillo
y apoyó
en la oscuridad
la botella contra el piso
había un vaso
y la despertó
le dijo media dormida
vení conmigo pá
vení acá
abrazáme
entonces
él se sacó la camiseta de la suerte
prendió la radio
y se metió en la cama.

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