21 octubre 2008

Si me siento a ver, cada persona que pasa por abajo del balcón sos vos. Alta, anteojos, zapatos, paraguas, campera. Si me siento a ver, cada persona que camina en la misma dirección del colectivo sos vos. Baja, pelo largo, bolsas, cartera, saco, bufanda. Si me siento a ver, cada persona que camina en la dirección contraria al colectivo sos vos. Pelo castaño, pollera, manga corta. Si me siento a ver.
Si me siento a ver, siempre sos vos. La forma de caminar, la forma de fumar, de mirar. La forma de abrazar, de saludar, de besar. Caminar lento, rápido, mirar las baldosas, contarlas, mirada firme hacia el frente. Cada persona que camina sos vos.
Si me siento a ver, cada persona que miro sos vos.
Si cierro los ojos para no ver más, cada ruido que escucho es tu voz. Cada sombra que se mueve alrededor, cada línea amarilla, cada viento es tu respiración.
Hablan de tu voz. En realidad, nadie habla de tu voz, porque yo no pregunto, pero si preguntara seguro hablarían maravillas de tu voz. Porque tengo un carnet de locución, donde aparece tu nombre, tu apellido, la fecha. El año. El mismo año. Perdón.
Y tu nariz?
Y tu mirar?
Y tu caminar?
Cada vez que miro alguien pasar, siento que sos vos. Que camina al lado mío, que me mira, que me guía, que me pregunta la hora, que me sonríe. Que se asusta, que se aleja. Cada vez que miro alguien pasar, siento que sos vos. Que me ve caminar, acercarme, acercanos, que me choca, que me pide perdón, que me dan ganas de pedirle perdón Perdón.
Cada vez que me siento a ver, sos vos.
El timbre que suena solo, y yo con miedo, realmente pensando si quiero que hayas sido vos. El timbre que tal vez no sonó solo y alguien que no vi tocó. Pero por qué un domingo tiene que sonar el timbre sólo, cuando estoy sentado en las escaleras. Por qué. Por qué no el martes, el viernes. En mayo, en febero.
Incógnita de tu vida, de las sombras que nunca llegan. De no saber cómo caminas, como te vestís, como fumás, como respirás. Tu estatura, tu sonrisa, tu color de ojos, caminás rápido? Lento?
Cada vez que me siento a ver, deseo que seas vos. Invento que sos vos, por no saber cómo comés, cómo dormís, cómo abrazás. Invento. Por eso, cada persona que camina, que se sienta, que me mira, que me esquiva, siento que sos vos, que podés llegar a ser vos.
Si me siento a ver, cada vez que me siento a ver, espero que seas vos.
Me siento a esperarte y no sé si llegás. Si sos ellos, si sos alguien, o si no sos. Me siento a esperarte y no sé si llegarás. A pesar, igual, me siento a esperar.

No hay comentarios.:

Powered By Blogger